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Slide Ahí estás tú como todos los días triunfando como siempre pensando que nada puede salir mal hoy y de pronto ¡pum!, una sensación extraña comienza a emerger del interior de tu boca, un tipo hormigueo que sin duda no estaba ayer, algo como que raspa pero de inicio no estás seguro si es en la mejilla o el paladar. Entonces piensas, “¡seguro fue algo del desayuno! no debí haber pedido taquitos de nopales con papas porque seguro una espinita se me quedó y no me di cuenta”1

Como el hormigueo nada más no cede durante el día, decides ir al baño más cercano a hacerte un enjuague premium de boca, ya sabes con buches; intercambio de agua fría y caliente; así como lavado de dientes a detalle. Terminas y al revisarte cuidadosamente notas que no hay absolutamente nada así que lo dejas por la paz y le pones un nombre “debe ser el estrés”, así que ese día haces las pases temporalmente con los irritantes que tanto te encantan en cada comida pero para evitar que te lastimen.
Al día siguiente… ¡Ouch! Lo primero que sientes en el interior de tu boca al levantarte. Corres apresurado al baño como si fuera el fin del mundo ¡y ahí está lo que sospechabas pero no querías admitir! Una nueva afta justo en la parte interna de la mejilla que sin duda arde y duele mucho. Una vieja conocida por ti que tenía rato que no se presentaba pero que identificas perfectamente por su aspecto “lentejoso”, ya sabes pequeñita y medio ovalada; con un color entre amarillo y gris como si estuviera sucia y con sus orillas enrojecidas. Ni pensar en tocarla, arde y duele cuando se le pasa la lengua por encima ¡qué fastidio!1,2
¿Cómo me contagié de un afta? Afortunadamente lo primero que encuentras es que las aftas no se contagian y se forman en el interior de la boca, no en los labios. Algunas personas presentan fiebre, inflamación de los ganglios y malestar general pero al parecer no es tu caso.1,2 ¿Por qué salen las aftas y cómo darles cuello?1,2 ¡Vaya que a las aftas les sobran pretextos para aparecerse! En este momento reconoces dos o tres circunstancias que pudieron haber sido responsables de tu nueva “amiguita” y no sólo el estrés:

• Lesiones leves en la boca después de un trabajo dental, o por un cepillado enérgico de los dientes.
• Morderse accidentalmente la parte interna de la mejilla.
• Uso de alguna pasta dental o enjuague bucal que contenga lauril sulfato de sodio (¿lauri-sulfu-what?)
• Tener sensibilidad a algún alimento como: chocolate, café, fresas, huevo, frutos secos, queso y alimentos picantes o ácidos.
• Llevar una dieta con poca vitamina B-12, zinc, ácido fólico o hierro.
• Una respuesta alérgica a determinadas bacterias de la boca
• Cambios hormonales durante la menstruación
• Estrés emocional (¡lo sabía!)
¡Tranqui todo va a estar bien, desde hoy solo dirás #KankaMeEnkanka! Ya es una vieja conocida esa afta, sabes que puede desaparecer de forma natural sin tratamiento, peeeeero no es como que te encante andar batallando todo el día con ella así que también recurres a la vieja confiable de siempre: Kank-A®. Un producto, ¡qué digo un producto, un aliado!, ¡qué digo un aliado, casi como el Robin de tu Batman!; el punto es que te hace sentir seguro porque además la Asociación Dental Americana (ADA) lo recomienda para el manejo de las aftas pues contiene un anestésico local que proporciona alivio inmediato del dolor ocasionado por las mismas.2-4 FIN.

“¡Ey y si las molestias persisten o presentas fiebre u otro síntoma adicional no olvides consultar a tu médico!” Este consejo te doy porque tu amigo Bocantonio soy.

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Referencias: 1. Afta. MayoClinic. Disponible en: https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/canker-sore/symptoms-causes/syc-20370615 Consultado: abril 05, 2021. 2. Aftas MedlinePlus. Disponible en: https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000998.htm Consultado: abril 05, 2021. 3. Kank-A, other ingredients. Disponible en: https://www.kank-a.com/products/kank-a-mouth-pain-liquid/ Consultado: abril 06, 2021. 4. Kank-A. IPP (PLM).

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