Empecemos por la parte interna de las mejillas, las aftas que se hacen presentes en esta zona son generalmente provocadas por nosotros mismos, por algún descuido, ya sea golpearnos con fuerza a la hora de cepillarnos por hacerlo a toda prisa, quemarnos con algún alimento porque no quisimos esperar a que se enfriara o simplemente mordernos por masticar como si no hubiera un mañana.

Además, es el área de alto riesgo de aparición de aftas para quienes tienen brackets, porque la fricción entre el aparato de dientes y la parte interna de las mejillas prepara perfectamente el terreno para que las aftas se alojen y comiencen a torturar.

Algunas aftas que aparecen en esta área llegan de manera sigilosa, ni siquiera nos damos cuenta de que están ahí hasta que sentimos el acecho de su tortura. Es decir, que entre sus causas están las más silenciosas, como la deficiencia de vitaminas y minerales o bajas defensas en el sistema inmune, causas que no son fácil de identificar si no acudimos con un especialista para la valoración, lo cual es muy recomendable.

Aunque también solemos abrirles camino con nuestros descuidos, ¿qué tal cuando nos mordemos? Puede ser que hasta por hablar aceleradamente, aunque sabemos que casi siempre pasa por masticar como si tuviéramos toda la prisa del mundo, y a decir verdad, qué zona tan poco conveniente para nosotros para tener un afta, cualquier movimiento y tortura segura.

No sé ustedes, pero suele ser donde más nos torturan, sobre todo cuando quedan cerca de las orillas, duelen en serio y cómo molestan.

Las aftas que aparecen en esta zona suelen ser causadas de igual forma por golpearnos al cepillar cuando más prisa tenemos, por no esperar a que los alimentos se enfríen y llevárnoslos a la boca, y también puede deberse con frecuencia a la deficiencia de vitaminas o minerales e incluso ser señal de bajas defensas en el organismo.

Que salgan en esa zona es tortura pura, ¿apoco no?.

Las aftas de esta zona son fáciles de catalogar, porque suelen ser las que más nos hacen enojar cuando sabemos que aparecerán, más que nada porque las provocamos por un simple descuido: mordernos por comer a toda prisa.

Apenas sentimos que la lengua se queda atrapada entre nuestros dientes y gritamos con fuerza para nuestros adentros, porque conocemos el terrible resultado, una dolorosa afta por debajo o en las orillas de la lengua, que molestan hasta para articular palabra.

Podríamos decir que las aftas aparecen en su mayoría por un descuido, pero es casi imposible que dejemos de ser descuidados en ese aspecto, ya que es algo característico y común en nosotros.

Por eso si las aftas conocen los puntos débiles de nuestra boca, debemos atacarlas con la mejor estrategia. Alivia la tortura de aftas y lesiones bucales con Kanka®, porque su poder anestésico y analgésico ayudan al primer contacto, sin importar que se encuentren en las zonas más lejanas o curvas de la boca porque gracias a su aplicador es fácil de colocar. ¡Ni lo pienses! Corre por Kanka® y olvídate de la tortura.